Aquí estamos con nuestra bisabuela preferida, doña Orlanda, posando con la deliciosa tarta que lleva su nombre. A sus 88 años goza de buena salud y mejor apetito, y como rara vez perdona un postre, en esta casa hemos decidido que una de nuestras últimas creaciones lleve su nombre. «Está buenísima», sentenciaba mientras contemplaba con estupor como iban desapareciendo pedazos de su porción sin que ella pudiera volver a meter la cuchara. Pueden pedirla como Tarta de la bisabuela o como doña Orlanda y por supuesto, es sin gluten.