Hoy hace justamente un año que abrimos las puertas cargados de ilusión. Un año de muchísimo trabajo y también de muchísimas satisfacciones. Cumplir un año en una plaza tan complicada como San Cristóbal de La Laguna era nuestra primera meta, y una vez alcanzada quiero dedicarles esta «victoria» a mis padres, quienes han arriesgado mucho apoyándonos sin dudarlo desde el principio.
Quiero agradecer a Sara todo su esfuerzo, porque es el verdadero corazón de esta tasca, y a Gilberto por su implicación impagable.
Quiero darle gracias también a aquellos proveedores que han sido capaces de ir más allá de la simple relación comercial y han puesto su granito de arena para que nosotros avancemos.
Nunca olvidaré a los amigos que desde el primer día han organizado sus eventos aquí, simplemente por querer ayudar.
Y por último, quiero darles las gracias a nuestros clientes, a todos ellos. A los que nos vienen visitando desde el principio y a los que nos han descubierto hace poco. A los que vienen de forma regular y a los que aparecen de vez en cuando, pero sobre todo, quiero darles infinitas gracias a los que recompensan nuestro esfuerzo con una sonrisa o un comentario amable.
Hoy hace un año que mi padre nos regaló esta botella para que celebráramos este día.
Salud.
Sergio Gil de Arana.